Comunicación de Supervisores
¿Me habla a mí?
Generalmente un supervisor pasa el 80 o 90 % de su tiempo
comunicándose con sus trabajadores o supervisores.
Muchos supervisores creen que saben cómo comunicarse, pero
que los demás no los entienden.
Esta actitud genera problemas, porque no les permiten vender ideas ni propiciar un clima
laboral abierto.
a. ¿Qué puede usted hacer como supervisor para
que su gente lo entienda?
Sepa de qué está hablando
Si no entiende una idea, nunca podrá explicársela a los demás.
No trate de adivinar o improvisar. Conozca bien los detalles y asegúrese de
comunicarlos adecuadamente.
Conozca a su personal
Considere la edad, el sexo, el tipo de trabajo, los
conocimientos técnicos, la educación, los intereses y aun los estados de
ánimos, en determinado momento, del personal a su cargo.
Adapte las palabras y ejemplos a las personas a las cuales se
está dirigiendo. Ellas quieren saber exactamente lo que tienen que hacer y cómo
puede usted ayudarlas a realizar mejor su trabajo.
Sea específico.
No use palabras vagas, como por ejemplo: “varios, un par de”,
etc. Si usted quiere decir: “treinta minutos”, dígalo. Si usted se refiere a un
lugar, defínalo exactamente.
Diga lo que piensa.
Si quiere que se haga un trabajo a una hora determinada,
expréselo claramente. No diga que debería hacerse lo más pronto posible.
Probablemente ya le haya dado antes al trabajador otra tarea importante.
Tómese el tiempo de explicar
Aunque usted confié en que la otra persona sepa tanto sobre el
tema como usted, asegúrese de explicarle lo que debe hacer.
No hable demasiado
No hable demasiado
Es posible que diga mucho, como también muy poco. Tal vez siga
repitiendo algo hasta que nadie, ni aun usted mismo, este escuchando.
Establezca un ambiente cordial
Establezca un ambiente cordial
Los individuos se comunican mejor cuando se encuentran cómodos
unos con otros. No tiene que ser empalagoso. Sea más bien honesto, amistoso y
este siempre dispuesto a ayudar.
Sea sincero.
La mayoría de la gente percibe la falta de sinceridad
inmediatamente.
Cuide su lenguaje.
Muchas palabras tienen el mismo sonido, pero diferente
significado, tenga cuidado con ellas.
No trate de impresionar
Las palabras rebuscadas confunden al que escucha. Para que
decir: “retribución pecuniaria” cuando sueldo o salario son términos más
simples y claros.
Observe sus gestos y tono de voz.
El supervisor que grita y mueve los brazos cuando surge un
problema en la rutina laboral hace creer que se aproxima una crisis y de
esta manera aumenta la tensión. Adapte su expresión facial, su tono de voz y
sus gestos según la importancia de lo que va a decir.
La comunicación es una carretera de dos vías.
Trate de mantener una comunicación fluida con los trabajadores a
su cargo, de manera que ellos comprendan y cumplan correctamente sus
indicaciones, pero al mismo tiempo encuentren en usted a una persona receptiva
a sus requerimientos.
Evalué la respuesta
Si lo que dice no es captado adecuadamente por su personal o no
surte el efecto deseado, cambie su forma y tono de expresión.
¿Está usted escuchando?
Cierto estudiante paso la tarde escuchando a un profesor
bastante aburrido. Cuando le preguntaron que había dicho el profesor, contesto:
“No sé, lo que dijo”.
Diferentes estudios han demostrado que una persona promedio, aun
cuando trata de escuchar, asimila solamente la mitad de lo que escucha. El
escuchar al trabajador individualmente es la fuente más importante de
información mediante la cual un supervisor puede medir con precisión la
personalidad de sus subordinados.